SINOPSIS: Los grandes problemas de la modernidad abarcan no solo las crisis ambientales, sino también las económicas-financieras, las crisis sanitarias, la inmigración, las finanzas públicas, la corrupción, las crisis alimentarias, el crecimiento demográfico, las crisis “digitales” y, por supuesto, la energética. Más allá de la aparente diferencia, estos problemas tienen características comunes que son propias de todo el espectro de cuestiones intergeneracionales: globalidad, generalidad del daño, incertidumbre de la técnica, pluralidad de agresores y víctimas, variedad de causas coadyuvantes, desconexión espacial y temporal entre causa y efecto, asimetrías de información, dificultad para cuantificar prejuicios, conexión con la ética, relevancia de la innovación tecnológica,