Los jueces Patricia Guerrieri, Silvina Giumelli y Fabián Brahim consideraron acreditado que el imputado, quien convivía con la víctima -junto a las hijas de esta de 4 y 5 años de edad- desde hacía dos meses, la golpeó en forma reiterada, en un contexto de violencia de género, aprovechando su superioridad física. Como consecuencia de la agresión recibida, la mujer sufrió fractura mandibular, fracturas costales, hematomas craneales y una hemorragia subaracnoidea, lo que la dejó en estado de indefensión y derivó en una falla multiorgánica.

El hecho ocurrió durante el aislamiento por la pandemia de COVID-19. La víctima fue trasladada al Hospital de Chivilcoy el 8 de abril de 2020 y falleció al día siguiente debido a las graves lesiones y a un cuadro de sepsis.

Durante la investigación se determinó que el condenado intentó simular un accidente en motocicleta para justificar las heridas y que, además, vendió el vehículo para eliminar pruebas. También autorizó la cremación del cuerpo sin informar a la familia de la víctima, con el fin de evitar el esclarecimiento del crimen.

El juicio se desarrolló entre el 10 y el 19 de marzo, durante estos días el tribunal valoró los testimonios recabados y la historia clínica de la víctima, además de los antecedentes penales del acusado por hechos de violencia de género contra exparejas. La acusación fue sostenida por el fiscal de Juicio, Adrián Landini, y el fallo fue unánime.

El imputado fue condenado como autor penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género. Asimismo, se declaró su reincidencia, ya que al momento del hecho gozaba de libertad condicional por una condena previa.