Según la investigación llevada adelante por la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N.º 4, a cargo del fiscal Diego Torres, el condenado —empleado del Hospital Naval de Puerto Belgrano y chofer de ambulancias— utilizó un mismo modus operandi en distintas oportunidades para drogarlas y someterlas sexualmente.

Los hechos se produjeron el 13 de junio de 2019, entre el 25 y 26 de septiembre de 2020, y el 23 de septiembre de 2023, en la localidad de Punta Alta. En todos los casos, el acusado suministró sustancias de sumisión química en las bebidas de las víctimas —mujeres con las que se encontraba socialmente o había contactado previamente— para anular su voluntad y cometer los abusos.

Las tres denunciantes relataron haber perdido el conocimiento tras ingerir una bebida ofrecida por el acusado, y despertar con signos de haber sido abusadas sexualmente, sin poder recordar lo sucedido.

El tribunal consideró acreditado que las víctimas no se encontraban en condiciones de consentir ningún acto sexual y que el imputado actuó con pleno conocimiento y voluntad de su accionar.

En consecuencia, fue condenado como autor de abuso sexual con acceso carnal en uno de los hechos, y de abuso sexual con acceso carnal y hurto en concurso material en los otros dos.