El pasado miércoles 24 de febrero, se realizaron diversos procedimientos con el objetivo de esclarecer una extorsión de la que estaba siendo víctima una persona, quien habría sido contactado por una supuesta menor, con quien se habría mandado fotos de contenido erótico, y al cual su pretenso padre le exigía dinero para no realizar una denuncia en su contra por abuso de menor.

Luego de ser extorsionado por el sedicente padre, el denunciante habría sido contactado por otra persona que manifestó ser un comisario, quien le habría exigido la entrega de una suma de dinero, unos $ 10.000, a cambio de no enviar la denuncia, que manifestó tener en su poder. La víctima entregó el dinero exigido en la esquina de Paunero y O’Higgins, a una mujer que se encontraba acompañada por un menor de edad.

Horas más tarde, contactado nuevamente por teléfono, le fueron exigidos $ 20.000 más. Esta vez, la víctima se dirigió a la Departamental de Policía, donde se entrevistó con el​titular de la Estación Central de Policía de Bahía Blanca, Comisario  Gonzalo Bezos, quien alertó de lo sucedido a la justicia.

Con la presencia del Fiscal Mauricio Del Cero, titular de la UFIJ N.º 19, regresaron a la esquina antes mencionada para realizar la segunda entrega. Allí fue aprehendida una  mujer, y el  joven que la acompañaba. A continuación, fue allanado el domicilio en el que residirían las dos personas aprehendidas, situado a unos 30 metros de la esquina referida, lugar en el que se secuestraron diversos elementos de prueba, entre ellos los $ 10.000 ya entregados.

Durante el procedimiento, la víctima continuó recibiendo mensajes intimidatorios. Según el registro del teléfono, quien concretaba la maniobra extorsiva y realizaba las llamadas lo habría hecho desde un teléfono proveniente de la Unidad Penal N.° 4 de Villa Floresta. Se trataría de un interno de esta unidad carcelaria, posiblemente pareja de la mujer, quien fue identificado, y que se encuentra purgando una condena por robo a mano armada; además, poseería antecedentes por robo, robo agravado, abuso sexual y tentativa de homicidio.

A raíz de ello, se realizó un allanamiento en la unidad carcelaria mencionada, en la que se ubicó el teléfono utilizado por el interno para llevar a cabo la maniobra delictiva. 

Como resultado de todos los procedimientos descriptos, que fueron llevados a cabo con una celeridad extrema en el término de 24 horas, las  tres personas involucradas quedaron imputadas por los delitos de extorsión y tentativa de extorsión.