Efectivos de la Delegación Departamental de la Policía Federal Argentina, a cargo del subcomisario Federico Galarza, llevaron a cabo dos exitosos allanamientos por acoso virtual de menores de edad (grooming). Los operativos tuvieron lugar en el marco de cuatro investigaciones penales de grooming y distribución de material de abuso sexual infantil en Pergamino, de trámite por ante la Unidad Fiscal de Instrucción y Juicio N.° 3, a cargo del agente fiscal Nelson Mastorchio, y el Departamento de Cibercrimen de Pergamino, dirigido por José María Cifuentes y Juan Martín Fontana.
El primero de los hechos se inició en base a la denuncia de una madre que, al ver un programa televisivo local, tomó conocimiento de la formación del Departamento de Cibercrimen de Pergamino y pudo constatar que su hija estaba viviendo la situación de acoso que se relataba en la nota periodística. Es así como la madre concurrió a la sede del Ministerio Público Fiscal departamental y radicó la denuncia por grooming. De acuerdo a sus dichos, un hombre había contactado a su hija de 14 años por la red social Instagram, simulando ser un chico de su edad para ganarse la amistad de la misma.
Luego de un año de investigación en entornos digitales, el Departamento de Cibercrimen logró conectar tres causas distintas que tenían el mismo patrón de comportamiento y las mismas conexiones de internet concluyendo que era un mismo sujeto el agresor de las niñas pergaminenses.
Con más de 4 cuerpos de investigación, el personal integrante de la Fiscalía N.º 3, en conjunto con el Departamento de Cibercrimen, solicitó al Juzgado de Garantías el allanamiento de la casa del groomer obteniendo como resultado la computadora y el celular a través de los cuales contactaba a sus víctimas, niñas menores de edad, a través de más de 30 cuentas de Instagram y Twitter.
La Fiscalía explicó que el grooming siempre se configura de la misma manera: al principio la relación de amistad aparenta ser inocente e inofensiva a fin de que los menores entablen una relación de confianza. Conforme se suceden los días, el “groomer” aprovecha esa relación de pseudo amistad para pasar los límites del pudor, solicitando fotos y videos desnudos de los menores, quienes envían este tipo de contenido multimedia íntimo, dando inicio a la fase aguda del delito.
Cuando el agresor solicita fotos y videos de los menores en determinadas posiciones que los mismos no quieren realizar y allí comienza el calvario. Amenazas, mensajes a los padres, a los compañeros del colegio, decenas de cuentas de Instagram y Twitter nuevas desde las cuales el groomer acosa y hostiga a los niños para que cumplan sus requerimientos, comprometiendo la seguridad de los menores que, si no piden ayuda a tiempo, se colocan en serio riesgo de vida y/o de su integridad sexual, ya que en muchas oportunidades los agresores presionan para encontrarse personalmente con las víctimas.
El segundo caso de grooming que concluyó en allanamiento tuvo origen en un reporte que llegó desde los Estados Unidos a mediados de 2021, enviado por el Centro Nacional para la protección de Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC) que investiga el lugar donde se genera la transmisión y distribución de material de abuso sexual o pornografía infantil y por el cual se informó que un usuario, cuya IP, el número de teléfono y el lugar donde se abren las antenas determinó que estaba ubicado en las cercanías de la ciudad de Pergamino, había subido y compartido a través de Google Drive 57 imágenes y videos de abuso sexual infantil penado por el artículo 128 del código penal.
Luego de varios meses de investigación en entornos digitales, el Departamento de Cibercrimen logró concluir que el sujeto que distribuía este material se conectaba desde el Penal de la vecina localidad de Junín y se trataría de un procesado por abuso sexual ultrajante en perjuicio de la hija menor de su pareja.
El fiscal Nelson Mastorchio explicó que cargar ese material a la nube implicaba técnicamente una transmisión, por lo que quedaba configurado el delito. El link que genera esa carga de imágenes y video se viraliza entre los pedófilos que comparten el material delictivo.
El pasado lunes 14 de marzo efectivos de la Delegación de Policía Científica local en conjunto con personal de la Fiscalía N.º 3 y Cibercrimen allanaron la celda del sujeto en cuestión quien se encuentra actualmente cumpliendo prisión preventiva por los delitos de abuso sexual de una menor de edad.
Desde la fiscalía explicaron que el acoso por medios tecnológicos a niñas y niñas menores de edad en una realidad delictual en aumento desde el comienzo de la pandemia generada por el COVID 19 a inicios de 2020.
Efectivos de la Delegación Departamental de la Policía Federal Argentina, a cargo del subcomisario Federico Galarza, llevaron a cabo dos exitosos allanamientos por acoso virtual de menores de edad (grooming). Los operativos tuvieron lugar en el marco de cuatro investigaciones penales de grooming y distribución de material de abuso sexual infantil en Pergamino, de trámite por ante la Unidad Fiscal de Instrucción y Juicio N.° 3, a cargo del agente fiscal Nelson Mastorchio, y el Departamento de Cibercrimen de Pergamino, dirigido por José María Cifuentes y Juan Martín Fontana.
El primero de los hechos se inició en base a la denuncia de una madre que, al ver un programa televisivo local, tomó conocimiento de la formación del Departamento de Cibercrimen de Pergamino y pudo constatar que su hija estaba viviendo la situación de acoso que se relataba en la nota periodística. Es así como la madre concurrió a la sede del Ministerio Público Fiscal departamental y radicó la denuncia por grooming. De acuerdo a sus dichos, un hombre había contactado a su hija de 14 años por la red social Instagram, simulando ser un chico de su edad para ganarse la amistad de la misma.
Luego de un año de investigación en entornos digitales, el Departamento de Cibercrimen logró conectar tres causas distintas que tenían el mismo patrón de comportamiento y las mismas conexiones de internet concluyendo que era un mismo sujeto el agresor de las niñas pergaminenses.
Con más de 4 cuerpos de investigación, el personal integrante de la Fiscalía N.º 3, en conjunto con el Departamento de Cibercrimen, solicitó al Juzgado de Garantías el allanamiento de la casa del groomer obteniendo como resultado la computadora y el celular a través de los cuales contactaba a sus víctimas, niñas menores de edad, a través de más de 30 cuentas de Instagram y Twitter.
La Fiscalía explicó que el grooming siempre se configura de la misma manera: al principio la relación de amistad aparenta ser inocente e inofensiva a fin de que los menores entablen una relación de confianza. Conforme se suceden los días, el “groomer” aprovecha esa relación de pseudo amistad para pasar los límites del pudor, solicitando fotos y videos desnudos de los menores, quienes envían este tipo de contenido multimedia íntimo, dando inicio a la fase aguda del delito.
Cuando el agresor solicita fotos y videos de los menores en determinadas posiciones que los mismos no quieren realizar y allí comienza el calvario. Amenazas, mensajes a los padres, a los compañeros del colegio, decenas de cuentas de Instagram y Twitter nuevas desde las cuales el groomer acosa y hostiga a los niños para que cumplan sus requerimientos, comprometiendo la seguridad de los menores que, si no piden ayuda a tiempo, se colocan en serio riesgo de vida y/o de su integridad sexual, ya que en muchas oportunidades los agresores presionan para encontrarse personalmente con las víctimas.
El segundo caso de grooming que concluyó en allanamiento tuvo origen en un reporte que llegó desde los Estados Unidos a mediados de 2021, enviado por el Centro Nacional para la protección de Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC) que investiga el lugar donde se genera la transmisión y distribución de material de abuso sexual o pornografía infantil y por el cual se informó que un usuario, cuya IP, el número de teléfono y el lugar donde se abren las antenas determinó que estaba ubicado en las cercanías de la ciudad de Pergamino, había subido y compartido a través de Google Drive 57 imágenes y videos de abuso sexual infantil penado por el artículo 128 del código penal.
Luego de varios meses de investigación en entornos digitales, el Departamento de Cibercrimen logró concluir que el sujeto que distribuía este material se conectaba desde el Penal de la vecina localidad de Junín y se trataría de un procesado por abuso sexual ultrajante en perjuicio de la hija menor de su pareja.
El fiscal Nelson Mastorchio explicó que cargar ese material a la nube implicaba técnicamente una transmisión, por lo que quedaba configurado el delito. El link que genera esa carga de imágenes y video se viraliza entre los pedófilos que comparten el material delictivo.
El pasado lunes 14 de marzo efectivos de la Delegación de Policía Científica local en conjunto con personal de la Fiscalía N.º 3 y Cibercrimen allanaron la celda del sujeto en cuestión quien se encuentra actualmente cumpliendo prisión preventiva por los delitos de abuso sexual de una menor de edad.
Desde la fiscalía explicaron que el acoso por medios tecnológicos a niñas y niñas menores de edad en una realidad delictual en aumento desde el comienzo de la pandemia generada por el COVID 19 a inicios de 2020.
CIJur - Centro de Información Jurídica del MPBA
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