Las investigaciones se iniciaron por un reporte recibido del Centro Nacional para Niños Explotados y Desaparecidos (National Center for Missing & Exploited Children) en la UFI N.° 22 con asiento en los tribunales de Azul, fiscalía a cargo del Dr. Lucas Moyano, quien representó a la acusación en las actuaciones penales que se llevaron a cabo en el Juzgado Correccional perteneciente al Departamento Judicial Azul y con sede en Tandil.
Colaboración U.F.I N.º 22 especializada en Delitos Informáticos del Departamento Judicial Azul
El pasado viernes se había conocido el veredicto condenatorio para el imputado, quien llevaba semanas siendo sometido a juicio oral en el ya referido Juzgado Correccional, a cargo del Dr. Carlos Pocorena.
El hecho por el que fue condenado, según lo que quedó demostrado en la causa, había sucedido el 6 de marzo de 2017 en la ciudad de Tandil, cuando el encausado, desde su perfil de la red social Facebook, “distribuyó y/o facilitó a otro usuario, mediante un mensaje privado -a través de Messenger- una fotografía de contenido de material de abuso sexual infantil, con fines predominantemente sexuales”.
Sobre la referida imagen que el encausado difundiera, el juez que lo condenó señaló en su fallo que la misma “resulta ser de material de abuso sexual infantil, en tanto se observa una niña menor de dieciocho años de edad exhibiendo sus genitales con claro contenido sexual”.
La situación había podido ser detectada, tal como habitualmente sucede en estos casos, a través de un reporte enviado a la justicia local desde el Centro Nacional para Niños Explotados y Desaparecidos (National Center for Missing & Exploited Children), una organización privada de origen estadounidense sin fines de lucro creada con fines de investigación “para colaborar con la policía, los proveedores de servicio de Internet y al servicio de pago electrónico”, con la finalidad de “reducir la distribución de imágenes de explotación sexual infantil y videos a través de Internet”.
A partir del referido reporte se iniciaron las investigaciones en la UFI N.° 22 especializada en Delitos Informáticos con asiento en los tribunales de Azul, quien pudo identificar al autor y allanar el domicilio en Tandil donde reside el encausado, diligencia que derivó en los hallazgos y posteriores secuestros de varios dispositivos de tipo informático.
En una notebook propiedad del imputado, a pesar de que había eliminado los archivos, los peritos que analizaron esa computadora portátil pudieron recuperar y encontrar muchos videos “de contenido de abuso sexual infantil”.
A través de su cuenta en la red social Facebook el encausado había reproducido dicha imagen, todo lo cual quedó probado en el debate que lo condenó a un año y medio de prisión de ejecución condicional, con más la imposición de diferentes obligaciones que deberá cumplir por mandato judicial, por el plazo de dos años, entre ellas la prohibición de mantener contacto por redes sociales con menores de edad.
Esas obligaciones, señaló el magistrado en su sentencia, implican que el acusado no tiene que cometer “nuevos delitos en general y, en particular, vinculados con la difusión de material con contenido de abuso sexual infantil”, fijar domicilio y -una vez que este fallo adquiera rango de firmeza- “presentarse mensualmente ante la Delegación del Patronato de Liberados de Tandil”.
El hombre fue identificado como oriundo de Lanús, de 41 años de edad y domiciliado actualmente en Tandil, y por consejo judicial deberá ser sometido -por parte de especialistas pertenecientes a la Asesoría Pericial del Departamento Judicial Azul- a un estudio psicológico y psiquiátrico, con la finalidad de que se determine “si padece alguna patología” por la cual sea necesario que tenga que recibir un determinado tratamiento.
Las investigaciones se iniciaron por un reporte recibido del Centro Nacional para Niños Explotados y Desaparecidos (National Center for Missing & Exploited Children) en la UFI N.° 22 con asiento en los tribunales de Azul, fiscalía a cargo del Dr. Lucas Moyano, quien representó a la acusación en las actuaciones penales que se llevaron a cabo en el Juzgado Correccional perteneciente al Departamento Judicial Azul y con sede en Tandil.
El pasado viernes se había conocido el veredicto condenatorio para el imputado, quien llevaba semanas siendo sometido a juicio oral en el ya referido Juzgado Correccional, a cargo del Dr. Carlos Pocorena.
El hecho por el que fue condenado, según lo que quedó demostrado en la causa, había sucedido el 6 de marzo de 2017 en la ciudad de Tandil, cuando el encausado, desde su perfil de la red social Facebook, “distribuyó y/o facilitó a otro usuario, mediante un mensaje privado -a través de Messenger- una fotografía de contenido de material de abuso sexual infantil, con fines predominantemente sexuales”.
Sobre la referida imagen que el encausado difundiera, el juez que lo condenó señaló en su fallo que la misma “resulta ser de material de abuso sexual infantil, en tanto se observa una niña menor de dieciocho años de edad exhibiendo sus genitales con claro contenido sexual”.
La situación había podido ser detectada, tal como habitualmente sucede en estos casos, a través de un reporte enviado a la justicia local desde el Centro Nacional para Niños Explotados y Desaparecidos (National Center for Missing & Exploited Children), una organización privada de origen estadounidense sin fines de lucro creada con fines de investigación “para colaborar con la policía, los proveedores de servicio de Internet y al servicio de pago electrónico”, con la finalidad de “reducir la distribución de imágenes de explotación sexual infantil y videos a través de Internet”.
A partir del referido reporte se iniciaron las investigaciones en la UFI N.° 22 especializada en Delitos Informáticos con asiento en los tribunales de Azul, quien pudo identificar al autor y allanar el domicilio en Tandil donde reside el encausado, diligencia que derivó en los hallazgos y posteriores secuestros de varios dispositivos de tipo informático.
En una notebook propiedad del imputado, a pesar de que había eliminado los archivos, los peritos que analizaron esa computadora portátil pudieron recuperar y encontrar muchos videos “de contenido de abuso sexual infantil”.
A través de su cuenta en la red social Facebook el encausado había reproducido dicha imagen, todo lo cual quedó probado en el debate que lo condenó a un año y medio de prisión de ejecución condicional, con más la imposición de diferentes obligaciones que deberá cumplir por mandato judicial, por el plazo de dos años, entre ellas la prohibición de mantener contacto por redes sociales con menores de edad.
Esas obligaciones, señaló el magistrado en su sentencia, implican que el acusado no tiene que cometer “nuevos delitos en general y, en particular, vinculados con la difusión de material con contenido de abuso sexual infantil”, fijar domicilio y -una vez que este fallo adquiera rango de firmeza- “presentarse mensualmente ante la Delegación del Patronato de Liberados de Tandil”.
El hombre fue identificado como oriundo de Lanús, de 41 años de edad y domiciliado actualmente en Tandil, y por consejo judicial deberá ser sometido -por parte de especialistas pertenecientes a la Asesoría Pericial del Departamento Judicial Azul- a un estudio psicológico y psiquiátrico, con la finalidad de que se determine “si padece alguna patología” por la cual sea necesario que tenga que recibir un determinado tratamiento.
CIJur - Centro de Información Jurídica del MPBA
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