En el marco de una causa investigada por la UFIJ N.°14, a cargo de la fiscal Marina Lara, el Tribunal en lo Criminal N.º 2 condenó a un hombre a la pena de 22 años de prisión por haber abusado de la hija de su pareja, en la localidad de Punta Alta.
Colaboración Lic. Jesica V. Rípodas – Prensa - Ministerio Público Fiscal Departamental Bahía Blanca
Según la causa, los hechos comenzaron en el 2014, cuando la niña tenía 11 años de edad y el hombre aprovechaba distintas circunstancias para tocarla en sus partes íntimas y obligarla a que ella lo tocara, diciéndole que no dijera nada, que era un secreto.
Además, cuando la víctima tenía 12 años -de manera reiterada y en diferentes oportunidades- la tocaba por encima y debajo de su ropa ante lo cual la niña hacía fuerza para alejarlo, sin lograrlo por la fuerza que éste ejercía, y asimismo la atemorizaba diciéndole que si contaba lo ocurrido podía pasarle algo malo a su familia y que nadie le iba a creer porque era chiquita.
En las mismas circunstancias, se sucedieron las conductas abusivas que fueron en aumento hasta que, en el mes de abril de 2016 cuando la niña tenía 13 años de edad, la abusó de manera carnal.
El hombre fue condenado por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante -hechos reiterados-, y abuso sexual con acceso carnal, ambos agravados por el aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente con una menor de 18 años.
En el marco de una causa investigada por la UFIJ N.°14, a cargo de la fiscal Marina Lara, el Tribunal en lo Criminal N.º 2 condenó a un hombre a la pena de 22 años de prisión por haber abusado de la hija de su pareja, en la localidad de Punta Alta.
Según la causa, los hechos comenzaron en el 2014, cuando la niña tenía 11 años de edad y el hombre aprovechaba distintas circunstancias para tocarla en sus partes íntimas y obligarla a que ella lo tocara, diciéndole que no dijera nada, que era un secreto.
Además, cuando la víctima tenía 12 años -de manera reiterada y en diferentes oportunidades- la tocaba por encima y debajo de su ropa ante lo cual la niña hacía fuerza para alejarlo, sin lograrlo por la fuerza que éste ejercía, y asimismo la atemorizaba diciéndole que si contaba lo ocurrido podía pasarle algo malo a su familia y que nadie le iba a creer porque era chiquita.
En las mismas circunstancias, se sucedieron las conductas abusivas que fueron en aumento hasta que, en el mes de abril de 2016 cuando la niña tenía 13 años de edad, la abusó de manera carnal.
El hombre fue condenado por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante -hechos reiterados-, y abuso sexual con acceso carnal, ambos agravados por el aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente con una menor de 18 años.
CIJur - Centro de Información Jurídica del MPBA
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