Según la causa, los hechos sucedieron entre octubre de 2012 y el mismo mes del año 2016, momentos en que la niña tenía entre 11 y 15 años de edad.

Los hechos abusivos comenzaron con tocamientos que se producían cuando la menor se encontraba al cuidado del hombre, porque su madre estaba trabajando, hasta llegar al acceso carnal y ocurrieron en tres domicilios que frecuentaba la pequeña, así como también en una obra en construcción ubicada en las inmediaciones de una de esas viviendas.

El imputado fue condenado como autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexual, abuso sexual con acceso carnal y abuso sexual gravemente ultrajante agravados por la convivencia preexistente con una menor de 18 años y promoción de la corrupción de menores.