Según la causa, los hechos se produjeron entre 2015 y principios de 2020 en la vivienda que compartían en Tres Arroyos cuando la mujer abusó sexualmente de su hija a través de tocamientos, aprovechándose de la inmadurez de la niña, quien tenía entre 8 y 13 años de edad.

Durante la misma fecha y en similares circunstancias el hombre, pareja de la madre de la niña, abusó de ella a través de tocamientos. Esos abusos que se repitieron a lo largo de los años implicaron un sometimiento gravemente ultrajante para la menor.

Además, entre 2019 y 2020 ambos hicieron partícipe a la niña de sus prácticas sexuales, circunstancias que ocasionaron que la víctima tuviera conocimiento de manera prematura, inadecuada para su madurez y desviando así el normal desarrollo de su sexualidad.

La mujer fue condenada por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por el vínculo y por la situación de convivencia preexistente con una menor de dieciocho años de edad, y corrupción de menores agravada.

El hombre fue hallado culpable por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por la situación de convivencia preexistente con una menor de dieciocho años de edad, y corrupción de menores agravada.

La conducta de la pareja había sido analizada el pasado mes de abril por un jurado popular que se declaró estancado, por lo que se resolvió una salida alternativa a través del juicio abreviado.