El pasado lunes 17 de marzo, en horas de la madrugada, el agente numerario que prestaba servicio en la División Motorizada de la PFA, de 36 años, mató a golpes a su pareja y luego usó su arma reglamentaria para quitarse la vida. El hecho tuvo lugar en la casa que compartían, ubicada en la calle Patagones al 400, donde los investigadores encontraron a una niña de 5 o 6 años, junto al cuerpo de su madre, quien no presentaba lesiones físicas de ningún tipo.

De acuerdo a lo que se pudo establecer, una vecina se comunicó al 911 al escuchar una detonación en la vivienda contigua y luego silencio. Agentes de la Policía bonaerense de la Comisaría Avellaneda Quinta informaron que personal de UPPL Avellaneda acudió al llamado en forma inmediata y, una vez dentro del departamento referido, encontraron dos cuerpos sin vida y junto a ellos una niña, quien era hija de la victima. La mujer se encontraba en estado fetal, tirada en el piso del comedor y, a su lado, el cuerpo de su pareja decúbito ventral. A simple vista, hallaron un arma, marca Bersa 9 mm, semiabierta y con un cartucho sin detonar.

Los médicos del SAME, al llegar a la escena del crimen, confirmaron que la mujer murió a causa de los golpes que recibió por parte de su pareja, en tanto que los peritos de policía científica estimaron que el agente utilizó su arma reglamentaria para quitarse la vida.

La mujer había radicado, en horas de la madrugada (03:49) una denuncia en la Comisaría de la Mujer y la Familia de Avellaneda, bajo la IPP 5715/25 refiriendo que vivían en ese domicilio desde el pasado mes de octubre de 2024, que no tenían hijos en común y que cerca de la 1:30 am comenzaron a discutir porque su pareja quería reiniciarle el teléfono celular, pegándole un cachetazo. En ese momento la mujer no instó a la acción penal ni solicitó medidas cautelares.

La fiscal Laura Carballal, de la Unidad Fiscal N.°2 de Avellaneda, quedó a cargo de la investigación y ordenó la autopsia de ambos cuerpos y preservar la escena para los peritajes correspondientes.