Según quedó acreditado, los imputados redujeron a C.W. en un predio rural conocido como tosquera Roldán Vázquez, en Azcuénaga, donde —aprovechando su superioridad numérica y tras repartirse roles— lo golpearon, lo precintaron de manos y, ya inmovilizado, le colocaron una bolsa de nylon en la cabeza hasta provocarle la muerte por asfixia. Posteriormente, trasladaron el cuerpo en la camioneta Ford Ranger gris de la víctima y lo abandonaron en un camino vecinal cercano.

En el marco de un juicio abreviado, el tribunal consideró acreditada la imputación sostenida por el fiscal Pedro Illanes, titular de la UFI de Juicio n.° 4, quien había requerido penas de entre 14 y 15 años de prisión.

El juez Diego Ignacio Purves resaltó que “no existe otra conclusión: todos los elementos probatorios son coincidentes en señalar que en aquella tosquera de San Andrés de Giles los tres imputados dieron muerte a C.W. de modo violento”.

Las condenas impuestas fueron de entre 13 y 14 años y ochos meses de prisión. En todos los casos se dispuso el cumplimiento en establecimientos carcelarios que determine el Poder Ejecutivo provincial, previa deducción del tiempo de detención y prisión preventiva cumplida, con accesorias legales y costas.